¿Por qué esta magnífica tecnología científica, que ahorra trabajo y nos hace la vida más fácil, nos aporta tan poca felicidad? La respuesta es esta, simplemente: aún no hemos aprendido a usarla con tino.
Albert Einstein (físico alemán)
 

¡Qué razón tenía Einstein! Parece mentira la cantidad de cosas que podemos acumular en casa. Recuerdos de una cena, unas vacaciones, o también de la niñez; cosas que nos da pena tirar y acaban ocupando mucho espacio.

A mí me pasa mucho; no consigo desprenderme de ciertos recuerdos. Y lo llevo al límite en el caso del ordenador. Con la recuperación de datos y la pérdida de otros tantos, ha llegado la hora de poner un poco de orden en el disco duro. Y me estoy dando cuenta de que tengo miles de archivos ordenados en cientos de carpetas.

Así que ahora me toca ponerme las pilas e intentar hacer algo de limpieza virtual. Paso un montón de tiempo con el ordenador (en realidad menos de 1 hora al día, con el peque y la mudanza no hay para más), sólo para darme cuenta de todo el trabajo que tengo por delante… Menos mal que está por aquí mi niño para distraerme, y también para darle al botón de «Esc» cuando menos te lo esperas.